La protección contra el COVID-19 ha hecho necesarias nuevas formas de contacto para el funcionamiento normal en muchas áreas. Así que tenemos clases a distancia en la escuela, teleconferencias en las empresas y trabajamos utilizando varios tipos de mensajería instantánea. Las teleconsultas –visitas médicas por teléfono o Internet– han demostrado ser esenciales en el ámbito sanitario. Resulta que son tan eficaces como las visitas en persona, porque lo más importante es brindar ayuda rápida a los pacientes.
¿Cómo garantizar que una teleconsulta sea libre de estrés y beneficiosa para el paciente?